
Lo que nos une. Los medios de comunicación en medio de la pandemia
En todo el mundo el consumo de noticias informativas ha crecido de forma exponencial. Los grandes medios de comunicación, en especial la televisión y también las redes sociales han visto una explosión en la generación de contenido informativo sobre COVID-19.
El confinamiento en los hogares trajo entre sus consecuencias una mayor demanda de contenidos audiovisuales, películas, series, blogs, entre otros tipos de formatos. En especial para medios masivos como la televisión y las redes sociales, la demanda de contenidos ha sido exponencialmente superior a los días previos a los primeros casos de COVID-19.
Un análisis de los géneros de contenido con mayor demanda, ha dado cuenta que la información sobre COVID-19 es el tópico principal en los motores de búsqueda. La incertidumbre de las personas frente a los hechos asociados a la pandemia ha derivado en una búsqueda intensiva de información al respecto, que entre otras cosas permita sostener el equilibrio en las medidas para prevenir posibles contagios.
Para los medios de comunicación tradicionales como la televisión, la radio y la prensa escrita, la mayor demanda de información no ha significado una mayor rentabilidad del negocio, porque muchas de las campañas de publicidad se han visto detenidas en sus rodajes y las empresas están siendo precavidas en la inversión. En otras palabras, la rentabilidad por inversión en publicidad no es correlativa a las posibilidades de consumo de la población, por lo que una actitud cauta ha sido el principio que han adoptado muchas empresas.
Esto implica una mayor presión sobre los medios de comunicación para retener o despedir a sus trabajadores. Si bien muchas de las funciones se han logrado transferir para realizarse desde los hogares de los profesionales, hay un conjunto de tareas que están siendo en mayor o menor medida prescindibles. Este es el caso de iluminadores, vestuaristas, movileros, escenógrafos, entre otras tareas desarrolladas por personas que necesitan que los estudios de grabación estén funcionando y que las posibilidades de movilidad en las calles estén normalizadas para poder ejercer su profesión.
Las principales redes sociales viven un escenario similar aunque con sus particularidades. En cualquiera de ellas la cantidad de usuarios ha ido en aumento en las últimas semanas. Sin embargo, el valor de las acciones tiene una tendencia a la baja por las mismas razones que los medios de comunicación masivos tradicionales: los ingresos por publicidad se han visto limitados.
En medio del desafío que enfrentan las empresas de medios para sostener sus ingresos económicos, se ha agudizado la confiabilidad de los “medios” como fuente de información confiable y veraz. La experta en medios de comunicación Maralina Alfonso, Directora Ejecutiva de Radio Transmundial (RTE)i, reflexiona que “las plataformas digitales hacen que la información esté en un proceso continuo y dinámico, sosteniéndose en el tiempo a partir de las interacciones, opiniones y comentarios que se van agregando. Sin embargo, esto posibilita que la información pueda ser vulnerable a las tergiversaciones y al invento de palabras o frases, cuando en realidad es producto de comentarios y opiniones de terceros que se encuentran alejados de la fuente original”.
Al respecto de las noticias falsas o las tergiversaciones de las mismas, Maralina comenta que éstas han existido desde el inicio de la humanidad, pero que en éste tiempo tan sensible que se vive a causa del COVID-19, generan un efecto de sobresaturación de información, y la velocidad con que se transmiten o publican, sin el tiempo necesario para su validación, podrían poner a muchos medios en riesgo de ser portadores de falsas y malas noticias, que desencadenan en sentimientos de angustia y ansiedad en la población.
En sintonía con lo anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos advierte que la “desinfodemia” se está convirtiendo en una pandemia de similares características que el COVID-19. Esta enfermedad la desarrollan las personas como resultado de ser expuestos a gran cantidad de noticias que son parcial o totalmente falsas y que las llevan a una percepción equivocada de la realidad.
Al respecto, hay algunos datos socializados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre los que conviene prestar atención para optar por fuentes de información confiables:
- “En un análisis de aprendizaje automático (machine learning) de 112 millones de posteos públicos realizados en 64 idiomas en distintas redes sociales, todos relacionados con la pandemia del covid-19, los investigadores de la Fundación Bruno Kessler detectaron que un 40% de los mensajes provenían de fuentes poco fiables”.
- Otro estudio, elaborado por la Fundación Observatorio de “Infodemia” COVID-19, que utilizó técnicas de aprendizaje automático, encontró que “casi el 42% de los más de 178 millones de tweets relacionados con el COVID-19 fueron producidos por bots. El 40% de ellos, además, fueron calificados como no fiables”.
- “La Alianza Coronavirus Facts ha descubierto y desacreditado más de 3.500 informaciones falsas o engañosas, circuladas en más de 70 países y en más de 40 idiomas”. ii
Si bien la crisis económica es una gran dificultad para los Medios de Comunicación, la crisis por la “desinformación” no es menor. En este sentido, la confiabilidad de las agencias y medios de difusión de noticias se convierte en un diferencial positivo para retener la pauta publicitaria y contribuir a la salubridad de las personas.
Por último, para la Directora Ejecutiva de RTE, aunque el fenómeno de las noticias falsas “no es responsabilidad de un medio o persona en particular, los profesionales de la comunicación como líderes de opinión tienen por delante el desafío de sostener el compromiso de regirse por las normas y la ética profesional a la hora de producir una información”. Frente a la tentación que puedan estar viviendo muchos comunicadores por tener la primicia, vale recordar que en todo tiempo la verdad es el camino a una vida más saludable para todos.
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